Inf. Epidemiológica

Tifus epidémico. Epidemiología y situación mundial

 

 

 

 

 

 

TIFUS EPIDÉMICO.

 

Epidemiología y Situación mundial (2012)

 

 

 

 

EPIDEMIOLOGÍA

El Tifus epidémico o Tifus exantemático es una infección causada por el microorganismo Rickettsia prowakezii y transmitida por el piojo del cuerpo (pediculus humanus corporis). Su aparición se asocia a situaciones de guerra y desastres, donde se da el agrupamiento prolongado de personas con dificultades de higiene. Cuando la enfermedad es recurrente se conoce bajo el nombre de “Enfermedad de Brill Zinsser”

El tifus epidémico clásico o primario se presenta de forma súbita, con la aparición de fiebre alta, cefalea, escalofríos y mialgias generalizadas. Puede asociar también conjuntivitis con fotofobia, rubor en cara y cuello (bastante característico), tos seca, irritación meníngea, anorexia, vómitos, vértigo, y otros muchos y dispares síntomas de afectación general. Aproximadamente al 5º día de la fiebre aparece el exantema maculopapuloso que se localiza en axilas y tronco inicialmente y luego se disemina por todo el cuerpo, respetando palma, plantas y cara. Aparecen también con frecuencia síntomas y signos neurológicos, de tipo confusión, delirio e incluso convulsiones. El paciente se recupera generalmente en unas dos- tres semanas, aunque pueden aparecer complicaciones que lleven incluso a la muerte (complicaciones neurológicas graves, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal…). En epidemias severas la mortalidad sin tratamiento puede llegar a superar el 50%.

 

La forma recurrente o Enfermedad de Brill-Zinsser es debida a la reactivación de la R.prowazekii años después de la infección primaria, normalmente causada por la inmunodepresión, por cualquier motivo, del huésped. Los síntomas son similares pero generalmente más leves, sin exantema y de curso curto. Tiene mucha importancia epidemiológica por ser fuente de rickettsias para posibles vectores.

El diagnóstico de ambas formas es primero de sospecha, por la clínica y las condiciones epidemiológicas (actuales o previas).Se puede confirmar por técnicas de laboratorio, con la detección de anticuerpos específicos o la detección del agente etiológico en si mismo.

El reservorio es el ser humano, pero se han descrito casos de aislamiento de R.prowazekii en ardillas voladoras de EEUU y se han notificado casos aislados humanos con estas ardillas implicadas como fuente de infección.

La transmisión no es posible de persona a persona. Está mediada por la picadura del vector, el piojo humano “pediculus humanus corporis”, es decir, el piojo del cuerpo, aunque “pediculus humanus capitis”, el piojo de la cabeza, también es capaz de infectarse por esta especie de rickettsia, aunque su papel en epidemias ha sido siempre muy escaso. Es un vector muy específico del ser humano.

 

El piojo adquiere la infección al alimentarse de un huésped infectado, en un 100% de los casos tras unas pocas tomas de sangre, aunque con mucha menor facilidad si el paciente presenta la forma de Brill-Zinsser. La rickettsia se multiplica entonces en el intestino del piojo y éste expulsará los microorganismos con sus heces y así entrará por las mucosas, la conjuntiva o soluciones de continuidad existentes en la piel.

El piojo es infectante a los 5-7 días tras la ingesta de sangre infectada y morirá a las 2 semanas como consecuencia de la propia infección por la rickettsia. Las heces del vector pueden permanecer infectantes hasta 100 días después de emitidas.

El periodo de incubación dura de 1 a 2 semanas, con una media generalmente de unos 12 días.

El periodo de transmisibilidad, entendido como la duración de la transmisión de la infección por el ser humano al piojo (ya que esta enfermedad no se transmite de persona a persona), dura todo el periodo febril y unos 2-3 días tras la normalización de la temperatura del paciente. El piojo es infectante desde los 5-6 días tras la succión de sangre infectada y antes si es aplastado. El piojo muere a las 2 semanas siguientes a la infección, pero las rickettsias pueden sobrevivir semanas en las heces o en los restos del piojo muerto. El riesgo de esta enfermedad es muy bajo para la mayoría de los viajeros. Los trabajadores de ayuda humanitaria en los campamentos de refugiados y otros lugares que se caracterizan por el hacinamiento y la falta de higiene pueden estar más expuestos.

La susceptibilidad es general, aunque la infección suele conferir inmunidad permanente tras la curación.

 

SITUACIÓN MUNDIAL

La enfermedad tiene una distribución mundial, pero se da asociada a situaciones de mala higiene y hacinamiento, como es el caso de campos de refugiados, barcos con inmigrantes hacinados, prisiones en malas condiciones, campos militares en situaciones de guerra, etc.…Son lugares en los que las condiciones favorecen la infestación y la propagación de los piojos, generalmente con carencias de agua importantes. También favorecen su expansión los meses más fríos, pues es menor el lavado de ropa durante los mismos.

 

Campo de refugiados en República Democrática del Congo (tras el conflicto de Ruanda)

El tifus epidémico es ahora una enfermedad rara, pero a lo largo de la Edad Media y en la primera parte del siglo 20, las epidemias periódicas de infección por R. prowazekii mataron a millones de personas. A modo de ejemplo, durante el período de ocho años desde 1917 hasta 1925, ocurrieron en Rusia más de 25 millones de casos de tifus epidémico, causando unas tres millones de muertes. Además, acontecimientos recientes ponen de manifiesto que la comprensión de la epidemiología, características clínicas y tratamiento del tifus epidémico sigue siendo importante:

- La aparición de un nuevo ciclo selvático de esta infección que afecta a ardillas voladoras y sus ectoparásitos, habiéndose descrito transmisión secundaria a los seres humanos en los Estados Unidos.

- Los más de 45.000 casos de tifus epidémico en Burundi, durante la guerra civil en la década de 1990, durante la cual las extensas infestaciones por piojos del cuerpo precedieron a graves brotes de tifus epidémico (y de fiebre de las trincheras, enfermedad producida por otro microorganismo transmitido por los mismos, la Bartonella quintana)

Hoy día la enfermedad continúa siendo endémica en algunas regiones de África (los brotes más recientes se han dado en Burundi, Ruanda y Etiopía), Asia y Sudamérica, en regiones pobres, de tipo rural y montañosas.

En los países desarrollados es una enfermedad muy infrecuente, presentándose en forma de casos esporádicos, generalmente en vagabundos y personas sin hogar. Excepcionalmente, y como se ha comentado anteriormente, en EEUU se han descrito de forma ocasional casos transmitidos por picaduras de pulgas de las ardillas voladoras.