Inf. Epidemiológica

Encefalitis Japonesa. Epidemiología y situación mundial

 

 

 

 

 

 

 

ENCEFALITIS JAPONESA.

 

Epidemiología y Situación Mundial (2012)

 

 

 

EPIDEMIOLOGÍA

La Encefalitis Japonesa es una enfermedad producida por el virus de la encefalitis japonesa, un Flavivirus que es transmitido al ser humano por la picadura de mosquitos del género Culex.

Es una enfermedad inflamatoria aguda del SNC, que en la mayor parte de los casos es asintomática. En los casos sintomáticos la gravedad varía entre una forma leve, caracterizada como un síndrome pseudogripal o una meningitis aséptica, hasta una forma grave de meningoencefalitis con cefalea, fiebre, confusión y coma. Esta forma grave se da en 1 de cada 200-250 casos y su mortalidad supera el 30-40%, dejando secuelas neurológicas serias hasta en un 50% de los supervivientes. No tiene tratamiento específico.

El diagnóstico presuntivo es clínico y epidemiológico, y se confirma por técnicas de laboratorio.

El reservorio de la infección son aves salvajes (garzas y garcetas fundamentalmente) y ganado porcino infectado. Los animales no padecen la enfermedad.

La transmisión se produce por vectores, concretamente por mosquitos de un género concreto, el género Culex. Entre ellos destacan como vectores las especies C.tritaenyorhinchus, C.vishnui, C.gelidus y C.tarsalis. El vector se alimenta sobre todo de sangre de pájaros pero también de animales y del ser humano y se encuentra habitualmente en arrozales. Durante las inundaciones de los campos de arroz a principio de cada ciclo de cultivo la población de mosquitos se desarrolla explosivamente lo que favorece la circulación del virus desde sus huéspedes habituales (aves y cerdos) hacia los seres humanos. El riesgo para los viajeros a zonas de riesgo (Asia) es muy bajo a corto plazo, sobre todo si sólo se visitan zonas urbanas, con estimaciones globales de un caso por cada millón de viajeros, aunque este riesgo se calcula mayor, entre 1 por cada 5.000-20.000 viajeros, si solo se valoran los de estancias rurales en zonas de riesgo. El riesgo es mayor para personas que tengan la intención de viajar o vivir en esas zonas de riesgo por un largo período de tiempo y vivir o hacer excursiones en zonas rurales. Ciertas actividades, incluso durante los viajes cortos, pueden aumentar el riesgo, como el trabajo de campo, las acampadas o senderismo en las zonas rurales.

 

El periodo de incubación de la enfermedad oscila entre 5 y 15 días, desde la picadura del mosquito hasta la aparición de los primeros síntomas. En cuanto a su transmisibilidad es indirecta, no transmitiéndose de persona a persona. Una vez manifestada la enfermedad en el ser humano no suelen detectarse ya virus en sangre por lo que el ser humano enfermo probablemente no es infectante para nuevos mosquitos. Los mosquitos permanecen infectantes durante toda su vida tras haber picado a un animal reservorio.

 

SITUACIÓN MUNDIAL

La encefalitis japonesa está presente en prácticamente toda Asia en la actualidad. En la primera mitad del siglo XX se encontraba confinada a China, Corea, Taiwán, Japón y la región Asiática de Rusia, pero después se fue expandiendo por todo el continente e incluso se ha encontrado ocasionalmente al norte de Australia.

 

La enfermedad fue descrita por primera vez en Japón a finales de 1800, pero la primera epidemia importante (con más de 6.000 casos) fue descrita en 1924. Desde entonces, la EJ ha sido cada vez más diagnosticada en la mayoría de los países del este y sudeste de Asia, donde es la principal causa de la encefalitis viral y se notifican aproximadamente de 30.000 a 50.000 casos cada año, lo que supone una incidencia de 2 casos/100.00 habitantes. En los países considerados endémicos, la mayoría de los casos de EJ cursan de modo asintomático (sólo 1 de cada 250-500 infecciones son clínicas), por lo que la incidencia real de la enfermedad está muy infraestimada. Afecta principalmente a los niños y los estudios de seroprevalencia muestran la exposición casi universal a la edad de 15 años. Ocasionalmente ocurren brotes explosivos de mayor gravedad, como el ocurrido en India y Nepal en el año 2005, durante el que se registraron más de 5.000 afectados, sobre todo niños, y 1.000 fallecidos por la enfermedad.

En 2011 se publicó una estudio estimativo de casos de EJ en el Boletín de la OMS en la que se estimaba ocurrían cerca de 67 900 casos/año en los 24 países endémicos, lo que representa una incidencia media de 1,8/100.000 habitantes. Aproximadamente 33.900 (50%) de los casos se producen en China (excepto Taiwán) y aproximadamente 55.000 (81%) se producen en áreas con programas de vacunación contra la EJ bien establecidos o en desarrollo, mientras que sólo aproximadamente 12.900 (19%) se producen en áreas con una mínima o nula vacunación. Aproximadamente 51.000 (75%) de los casos ocurren en niños de 0-14 años, lo que aumenta la incidencia anual en este grupo de edad hasta los 5,4 casos por 100.000/habitantes.

Existen 2 patrones epidemiológicos de esta enfermedad:

  1. Regiones del Norte, donde se dan fundamentalmente epidemias durante el verano (mayo a octubre). Es el caso de China, Corea, Taiwán, Japón, Nepal y el norte la India, Tailandia y Vietnam.

  2. Regiones del Sur, de clima tropical, donde tiende a se endémica, con picos de incidencia en la época de inicio de los monzones. En este caso se encuentran Indonesia, Malasia, Filipinas, Sri Lanka y el sur de la India, Tailandia y Vietnam. En estas zonas endémicas la mayor parte de los casos de enfermedad clínica se dan en niños menores de 10 años de edad (el 50% en menores de 4 años) pues la mayoría de los adultos presentan anticuerpos protectores por infecciones asintomáticas previas. Por el contrario en las zonas no endémicas los adultos también desarrollan con frecuencia la enfermedad.

La EJ se presenta más frecuentemente en zonas rurales, sobre todo en arrozales, donde el mosquito encuentra un hábitat fácil y más aves que actúan de reservorio, pero también se da en algunas zonas periurbanas. Por el contrario, la incidencia ha disminuido de forma importante en algunos países, como Japón, Corea del Sur y ciertas regiones de China, debido a un extenso uso de la vacunación infantil. También se da muy ocasionalmente en países musulmanes, debido a la falta de ganado porcino en estos países.