VIAJAR CON DIABETES
Tener diabetes no es un impedimento para viajar, pero sí una condición médica que requiere adoptar una serie de medidas especiales de precaución. Si se planifica bien el viaje ningún destino es imposible y en general no hay razones que limiten la frecuencia o el tipo de viaje, aunque si se debe plantear posponer el mismo en caso de periodo de inestabilidad de la enfermedad o presencia de enfermedades intercurrentes que la compliquen.
Hay que recordar que el estar de vacaciones no significa que la diabetes también se haya ido de vacaciones.Es importante conocer cómo las diferentes situaciones pueden afectar los niveles de glucemia, y cómo ajustar la medicación adaptándose a estas circunstancias cambiantes.
CONSULTA MÉDICA PREVIA ALA VIAJE
Antes de iniciar un viaje se debe consultar al médico habitual, para valorar posibles precauciones especiales y la posibilidad de necesitar ajustar la pauta de tratamiento. Para los consejos específicos respecto al viaje, es importante acudir a un CENTRO DE VACUNACIÓN INTERNACIONAL (Ver: “CVIS” en esta misma Web)
Debe solicitarse un informe médico dónde se especifique el tipo de diabetes, así como el tratamiento (nombre genérico y dosis) y material habitual que se necesita llevar. Este informe será útil si necesita asistencia médica durante el viaje y también en los aeropuertos, pues evitará problemas en los controles de seguridad. Es aconsejable llevar el informe traducido al inglés o al idioma del país visitado.
Es recomendable llevar alguna identificación médica (collar o pulsera) que indique que es diabético.
MEDIOS DE TRANSPORTE (Ver apartado al respecto en esta Web: “Riesgos ambientales”),
Un viajero con diabetes, utilice el medio de trasporte que utilice para viajar, debe llevar siempre en el EQUIPAJE DE MANO (sin facturar):
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La medicación (insulina y/o antidiabéticos orales y glucagón).
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un informe médico actualizado donde se especifique el tipo de diabetes que se padece, el tratamiento habitual y el material que se necesita llevar.
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Alimentos para solucionar una hipoglucemia (azúcar, caramelos,…) y/o sustituir una comida (tostadas, galletas sencillas,…).
También es muy importante asegurarse de la presencia de alguna persona que pueda ponerle glucagón en caso de urgencia (pérdida de conocimiento). Avise a su compañero de viaje o al equipo profesional del medio de transporte de su diabetes para que puedan administrarle el glucagón en caso de necesidad.
Viajes en avión:
El avión es el medio de transporte más indicado para largas distancias y puede ser utilizado sin problemas por viajeros con diabetes, que sólo deben tener en cuenta algunos puntos añadidos a los considerados por un viajero sin la enfermedad:
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Llevar en el equipaje de mano toda la medicación y los instrumentos de medición de la glucemia capilar y tiras reactivas. No se debe facturar la medicación, ni siquiera en parte, ya que las bajas temperaturas de la bodega del avión, donde va el equipaje facturado, pueden estropear la insulina y/o los instrumentos de medición de la glucemia capilar.
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Los RX de los controles aéreos no alteran la composición de la insulina, pero pueden alterar el funcionamiento de algunos modelos de bombas de insulina. Hay que contactar con el fabricante para asegurarse y, en caso de ser posible la alteración, no pasar por el escáner (algunos aeropuertos pueden no aceptar esta posibilidad, es recomendable pedir información específica antes de viajar).
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Si necesita transportar otros utensilios médicos (jeringuillas para diabéticos, aparatos medidores, etc.), debe avisar previamente a su compañía aérea, que le informará del procedimiento a seguir.
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Llevar algunos alimentos ricos en carbohidratos (tipo tostadas, galletas sencillas o fruta), para poder improvisar una comida en caso de necesidad.
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Es muy recomendable avisar por adelantado a la compañía aérea de que se padece diabetes, pues la mayoría pueden ofrecer un menú adecuado.
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Si se utiliza bomba de insulina, debe conocerse que durante el período de despegue y aterrizaje se puede afectar mínimamente el funcionamiento del dispositivo debido a los cambios de presión ambiental. Esto puede afectar a los pacientes con diabetes “lábil” llevándolos a tener hipoglucemias o hiperglucemias transitorias, por lo que se recomienda desconectar transitoriamente la bomba durante el período de despegue y aterrizaje.
Normas para el transporte aéreo de insulina
En el año 2007 se intensificaron los controles en el transporte aéreo de líquidos, incluyendo medidas que afectan a la cantidad de líquido que pueden llevar consigo los pasajeros en su equipaje de mano independientemente de su destino.
Los medicamentos, incluidos los líquidos, como la insulina, están exentos de la norma y estará permitido llevarlos en el equipaje de mano para su uso durante el viaje (el término "viaje" implica el vuelo de ida, el tiempo trascurrido en destino y el vuelo de vuelta).
Los medicamentos deberán identificarse separadamente en los controles de seguridad, no siendo necesario que se transporten dentro de una bolsa de plástico trasparente.
Se recomienda que vayan acompañados de la receta o un informe médico. Es también aconsejable contactar con las compañías aéreas ya que cada una tiene sus propios procedimientos para el trasporte de estos artículos dentro del avión.
Se puede obtener más información en la página de AENA (http://www.aena-aeropuertos.es/csee/ContentServer/aeropuertos/es/Page/1208353368489//Medicamentos.html)
Viajes en barco (cruceros)
Los viajes en barcos de crucero en general son cómodos y seguros, pero presentan mayor riesgo de cinetosis (mareo) que otros medios de transporte, con el consiguiente mayor riesgo de vómitos y problemas para seguir una alimentación adecuada. Si un viajero diabético es propenso a este problema puede utilizar medicación preventiva (antihistamínicos) al inicio del viaje o ya ante la aparición de los primeros síntomas o incluso se puede recomendar evitar este medio de transporte, si la posibilidad de mareos y vómitos es alta.
Para minimizar esta molestia es mejor viajar en barcos grandes (más de 600 pasajeros). Estos son más estables y soportan mejor los climas adversos. También deben evitarse, en lo posible, los camarotes muy a proa y/o popa, pues se mueven más, siendo las zonas más céntricas las menos sensibles a los balanceos. Además, todos los barcos con más de 100 pasajeros y en travesías de más de tres días de duración cuentan obligatoriamente con un doctor/a, así como un enfermero/a a bordo, lo que es una garantía adicional pero no un servicio gratuito, la mayoría de los barcos cobran los servicios médicos.
Tanto si se utilizan antidiabéticos orales o insulina para tratar la diabetes, cuando ocurren vómitos a causa del mareo, pueden aparecer hipoglucemias. Para prevenir esta complicación se recomienda comprobar la glucemia capilar tras el/los vómitos y
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Si el valor es inferior a 80 mg/dl, tomar agua con azúcar enseguida a pequeños sorbos.
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Si el valor es superior a 80 mg/dl, esperar 15-30 minutos para poder ingerir sin vomitar algún alimento con hidratos de carbono: infusión con azúcar, zumo de fruta, tostada, etc.
Si la situación continúa, no olvide asegurase que sus compañeros de viaje o los profesionales del barco, puedan actuar inyectando el glucagón en caso de ser necesario (pérdida de conocimiento por hipoglucemia).
Viajes en tren, autobús y coche
TREN: El tren es un medio de transporte muy recomendable y tiene ventajas sobre el automóvil y el autobús, ya que en muchos casos disponen de vagón restaurante que se puede utilizar en cualquier momento del viaje. Asegúrese antes de viajar de si existe y del horario de apertura y cierre del vagón cafetería. Y si esta no existe o por si aparecen problemas inesperados, llevar siempre algunos alimentos para improvisar una comida (tostadas, galletas, fruta…)
AUTOBÚS: El autobús es un medio de transporte seguro, pero las paradas en los viajes organizados quizá no se adapten a los horarios de comida. Se debe llevar siempre en a mano algunos alimentos para improvisar una comida (tostadas, galletas, fruta…)
COCHE: El automóvil suele ser una buena opción, aunque requiere un cierto control extra de la enfermedad si se ejerce de conductor, ya que es fundamental prevenir el riesgo de padecer hipoglucemias durante la conducción.
Hay que llevar siempre alimentos o bebidas ricas en azúcares (azúcar, zumo, caramelos) para poder tratar una hipoglucemia en cualquier lugar. Y también galletas, tostadas o pan para poder sustituir una comida en caso de atasco de tráfico, retrasos, etc.
Se debe comprobar la glucemia capilar antes de conducir y hacer controles frecuentes, sobre todo en viajes largos. Si aparecen hipoglucemias leves, se deben tratar como habitualmente y mantener el control exhaustivo de las glucemias. Si son más intensas se debe recuperar la normoglucemia con azúcar, zumo o caramelos y no empezar a conducir hasta comprobar que la glucemia capilar está por encima de 100 mg/dl. La capacidad de reacción tras tener una hipoglucemia no se recupera totalmente hasta pasadas unas horas.
En cuanto a la medicación, hay que tener en cuenta que cuando un vehículo queda aparcado al sol en verano, la temperatura puede alcanzar valores muy altos que pueden deteriorar la insulina. Asimismo, en invierno, si viaja a lugares muy fríos, la temperatura puede ser muy baja, inferior a 0º C y la insulina puede estropearse por congelación. Por tanto, no se debe dejar nunca la insulina dentro del coche.
Como en la población general, se recomienda parar cada dos horas como mínimo para descansar, estirar las piernas, ir al lavabo y caminar durante diez minutos.
CONSEJOS GENERALES, VACUNACIÓN Y QUIMIOPROFILAXIS EN VIAJEROS/AS CON DIABETES
Consejos Generales
En general se deben mantener las recomendaciones preventivas de cualquier viajero pero siendo, si cabe, más estricto en su cumplimiento.
Es necesario informarse de la cobertura sanitaria del país, así como de la disponibilidad de los medicamentos que se precisan de forma habitual. Es fundamental contar con cobertura médica, ya sea mediante la utilización de los servicios públicos del país de destino, bien sea mediante el uso de la Tarjeta Sanitaria Europea o mediante la contratación de una Póliza de Seguro de Asistencia Sanitaria de calidad. (Ver apartados de “Asistencia sanitaria en el extranjero” de esta Web).
ALIMENTACIÓN Y TRATAMIENTO DURANTE EL VIAJE.
Se debe intentar mantener en la medida de lo posible una dieta similar a la habitual y averiguar sobre el tipo de alimentación del país de destino y la composición de los platos más comunes. No hay duda de que es no es fácil seguir una dieta estricta en algunos viajes, pero sí es posible mantener controladas las cantidades habituales de hidratos de carbono.
El control de glucemia capilar debe ser más frecuente porque hay muchos factores en un viaje que pueden alterar los valores glucémicos, como la propia excitación de visitar un país nuevo, el cambio de horario, la actividad física, y la comida diferente. El ejercicio de moderada intensidad pero de larga duración, más frecuente en los viajes, (montañismo, excursiones, largas caminatas….) puede dar lugar a hipoglucemias tardías, por ello es recomendable medir los niveles de glucosa con mayor frecuencia y también durante la noche posterior al ejercicio.
Modificación en las pautas terapéuticas.
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Si se sigue tratamiento con hipoglucemiantes orales:
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En general no son precisos demasiados cambios, suele bastar con tomar el fármaco siguiendo el esquema habitual pero adaptado al nuevo horario, aunque esto dependerá del tipo de fármaco que use.
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Mida sus niveles de glucosa con frecuencia
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Lleve encima suplementos dietéticos que contengan carbohidratos (pastillas o ampollas de glucosa, zumos, galletas.)
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Consulte con su médico si debe añadir o eliminar alguna toma en función de los cambios horarios
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Si se sigue tratamiento con insulina:
Si se utiliza insulina, además de seguir las recomendaciones generales, existirán casos en que sea necesaria la adaptación de la pauta. Los cambios estarán en función de:
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La pauta de tratamiento.
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La hora de salida y duración del viaje.
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La diferencia horaria según latitud del país de destino.
En general, se adaptará la pauta utilizando insulina rápida cada 6 horas, mientras dure el viaje, porque al ser de corta y rápida acción es más fácil su manejo, permitiendo a la vez una mayor adaptación dietética.
- Si viaja hacia el oeste: el día es más largo -> se ganan horas -> puede ser necesario añadir una dosis de insulina y una comida ligera. (Por ejemplo, cuando en España son las 20 h., en Nueva York son las 14 h -> necesitará una dosis extra de insulina rápida para adaptarse al horario del país de destino.)
- Si viaja hacia el este: el día es más corto -> se pierden horas -> puede ser necesario suprimir una dosis de insulina y una comida. (Por ejemplo, cuando en España son las 20 h., en Bangkok son las 2 de la mañana -> necesitará suprimir una dosis de insulina rápida, para adaptarse al horario del país de destino.)
MEDIDAS ANTIMOSQUITOS
Los viajeros con diabetes deben ser especialmente estrictos en el uso adecuado de medidas de barrera antimosquitos y otros insectos, posibles transmisores de enfermedades de gravedad.
Un claro ejemplo de este tipo de enfermedades es la malaria, transmitida por los mosquitos y presente en la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales del mundo, pero existen muchas otras enfermedades transmitidas por insectos. Para prevenir la malaria existe la posibilidad de tomar medicación preventiva pero su eficacia, aunque muy alta, no es del 100%. Este hecho, sumado a la posibilidad de transmisión de otras enfermedades (como el dengue, la fiebre amarilla, la fiebre de Chikungunya, la fiebre del Nilo Occidental, etc.) hace fundamental el respetar siempre las medidas de control de picaduras. En enfermos crónicos las consecuencias de la malaria y de la mayoría de las enfermedades son, en general, más graves.
Deben buscarse alojamientos con aire acondicionado y/o con pantallas de protección contra mosquitos en ventanas y puertas. El aire acondicionado es un medio muy efectivo para mantener fuera de la habitación mosquitos.
Entre las distintas medidas, ampliadas en esta misma Web en los apartados al respecto, se encuentran:
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Los Repelentes, compuestos químicos que, aplicados sobre la piel, interfieren los receptores químicos de los insectos e impiden que éstos se fijen en la piel para realizar la picadura. Estos productos sólo actúan cuando el insecto se encuentra a poca distancia de su objetivo, es decir, a poca distancia de la piel.
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Otras Medidas como 1) las Mosquiteras, que son un medio excelente de protección personal mientras se está durmiendo, 2) las ropas de protección, que cubran la piel y de grosor adecuado y 3) las espirales contra mosquitos, los difusores de insecticidas (requieren electricidad) y los sprays en aerosol (eficaces para conseguir un efecto rápido).
ALTURA y FRIO
Las personas con diabetes pueden, en general, viajar con seguridad a grandes alturas, pero deben estar acostumbrados a hacer ejercicio y controlar cuidadosamente su glucosa en sangre, conociendo que no todos los medidores de glucosa leen con precisión a gran altitud.
Hay que ser especialmente cuidadoso en no provocar situaciones de riesgo de mal de altura (Ver apartado al respecto en esta Web: “Riesgos ambientales”), porque este puede llegar a provocar cetoacidosis diabética, situación que es difícil de tratar en viajeros que toman acetazolamida como prevención
Las temperaturas muy bajas disminuyen la absorción de insulina, pero si después de un frío intenso se produce un calentamiento rápido (acercarse al fuego) la insulina se absorberá rápidamente, situación que debe preverse para no sufrir una hipoglucemia grave por esta causa.
CALZADO
En general, durante los viajes se suele caminar más de lo habitual, bien sea en ciudad o en el campo, por lo que es recomendable llevar más de un par de zapatos adecuados y que se ya hayan utilizado durante un tiempo. El calzado deportivo de buena calidad es una buena opción.
No se debe caminar nunca sin zapatos, pero aún es más importante si se tiene alto riesgo de padecer lesiones en los pies por tener pérdida de sensibilidad al dolor (neuropatía) o problemas vasculares (vasculopatía). En estos casos hay que extremar el cuidado de los pies:
- Lavar, secar, hidratar y observar los pies cada día, con la ayuda de un espejo si fuera necesario, para detectar la aparición de pequeñas lesiones como rozaduras, grietas, etc. Consultar siempre a un médico ante la aparición de cualquier pequeña lesión, aunque no duela.
- Revisar el calzado cada día antes de ponérselo, introduciendo la mano en el interior para asegurar la ausencia de cualquier cuerpo extraño (descosido, piedra…).
- El calzado ha de ser, preferentemente, de piel suave, flexible, forrado, sin costuras interiores y que pueda adaptarse a la forma anatómica del pie. El tacón será ancho, entre 1 y 4 cm. Evitar los zapatos totalmente planos, sin contrafuerte y los descubiertos.
BOTIQUÍN
El botiquín de un viajero con diabetes tiene consideraciones especiales respecto al de un viajero en general, ya que, además del contenido habitual recomendable, llevará su medicación y materiales de control de la diabetes y, en ocasiones, alguna medicación extraordinaria. Se debe elaborar en colaboración con el médico habitual o con el médico de su Centro de Vacunación Internacional.
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Medicación y material necesario para el control de la diabetes:
Es conveniente calcular la cantidad de medicación que va a necesitar durante su viaje y se debe llevar siempre de más (por posible pérdida o deterioro).
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Insulina y/o antidiabéticos orales suficientes (mejor por duplicado o triplicado). Llevar siempre la básica en el equipaje de mano. Si se viaja acompañado, puede ser una opción repartir la medicación para prevenir pérdidas totales.
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Jeringas o bolígrafos de insulina.
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Medidor de glucosa y tiras reactivas.
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Tiras reactivas para cetonuria, si se utilizan habitualmente
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Glucagón, si la medicación puede causar hipoglucemias (bajadas de azúcar).
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Concentración de la insulina en las diferentes formas de presentación:
Es importante conocer que las insulinas administradas con cartuchos (bolis, pens) tienen una concentración 1/100 en todos los países, pero la insulina en viales puede no tener la misma concentración. En nuestro país, desde 2001, tanto las insulinas de vial administradas con jeringa como las insulinas administradas con cartuchos (bolis, pens), tienen la misma concentración: 1/100, es decir, cada mililitro de volumen contiene 100 unidades de insulina, pero en algunos países la insulina de viales todavía está concentrada a 1/40 y, lógicamente, una jeringa de concentración 1/40 no debe utilizarse para extraer insulinas 1/100 y viceversa.
En caso de pérdida o hurto, se debe comprar la insulina y la jeringa en la misma farmacia, para asegurar la misma concentración insulina-instrumento. Las unidades a administrar serán siempre las mismas.
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Conservación del material de autocontrol y tratamiento
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Alimentos:
Si en el lugar de destino esperamos temperaturas muy elevadas, es bueno llevar una pequeña nevera portátil para preservar adecuadamente la insulina y el glucagón debe conservarse también refrigerado. El bolígrafo en uso no precisa, en general, nevera para períodos inferiores a 1 mes (sin someterse a la luz solar directa). Evitar someter las tiras del medidor de glucosa a elevadas temperaturas, humedad o sol directo. Los fármacos orales también deben guardarse en lugar fresco y seco.
*Hay que planificar el desecho de jeringas y lancetas. Actualmente algunos baños en los aeropuertos contienen recipientes para desechar objetos punzantes o agujas, cuando se viaja, es conveniente llevar un recipiente propio.
El botiquín del viajero diabético debe llevar además de medicación, una mínima cantidad de alimentos para solucionar hipoglucemias (azúcar, gluco-sport, zumos, caramelos) y suficientes para improvisar una comida, que aseguren el aporte de carbohidratos en caso de necesidad (tostadas, zumos en tetra-brik, galletas…)
Vacunación y Diabetes
En general, se puede decir que las vacunas del viajero están indicadas en viajeros diabéticos de forma similar a viajeros sanos. Tan sólo debe ser algo más cuidadosa la utilización de vacunas con microorganismos vivos atenuados, ya que la disminución en el sistema inmunitario habitual en cualquier enfermo crónico podría hacer que esas vacunas (fiebre amarilla, triple vírica…) produjesen ocasionalmente efectos secundarios más graves al viajero diabético.
Riesgo de Malaria y Diabetes
El paludismo o malaria es una enfermedad potencialmente mortal frecuente en muchas regiones tropicales y subtropicales. Está causado por un parásito, el Plasmodium, del que existen cuatro especies diferentes, distribuidas de diferente forma según las regiones, siendo la forma más grave generalmente la producida por la especie P.falciparum, que se manifiesta con síntomas variables, como, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor y debilidad muscular, vómitos, tos, diarrea y dolor abdominal; pueden sobrevenir otros síntomas más graves y que condicionan una enfermedad grave e incluso la muerte.
El parásito del paludismo es transmitido por la hembra del mosquito Anopheles, un mosquito que pica principalmente entre el anochecer y el amanecer.
Los viajeros con diabetes deben aplicar estrictamente las medidas de protección contra las picaduras de mosquitos, siguiendo las dosis recomendadas de los repelentes de insectos.
Existen varios medicamentos preventivos antimaláricos que se utilizan en la denominada “Quimioprofilaxis antipalúdica” (Ver apartado). Se debe tener en cuenta que a pesar de tomar cualquier medicación preventiva, la posibilidad de contraer malaria no desaparece de forma absoluta. Asimismo, ningún medicamento está libre de efectos secundarios y no deben tomarse si no hay un riesgo verdadero. El viajero con diabetes, per se, no tiene contraindicado el uso de ninguno de los fármacos habituales en quimioprofilaxis ni éstos interaccionan con la medicación de control de la glucemia, pero pueden existir interacciones o contraindicaciones si existen otras enfermedades acompañantes o se utiliza también otro tipo de medicación.
ENLACES DE INTERÉS en VIAJAR CON DIABETES
CDC (Centers for Disease Control and Prevention). Travelers’ health. Travelers with Chronic Illnesses. http://wwwnc.cdc.gov/travel/yellowbook/2014/chapter-8-advising-travelers-with-specific-needs/travelers-with-chronic-illnesses
FD (Fundación para la Diabetes). Viajes. Consejos para personas con Diabetes Mellitus. http://www.fundaciondiabetes.org/documentos/consejos_viajes/box_consejos_viajes.htm
SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición). Viajar con Diabetes. http://www.seen.es/docs/publico/enfermedades/diabetes/viajarcondiabetes.pdf
Viajartranquilo.com (Laboratorio farmacéutico Menarini). Situaciones especiales. Diabetes. http://www.viajartranquilo.com/pages/especialesdiabetes-antes-viaje.php
Fitfortravel (National Health Service. Reino Unido). Diabetes Mellitus and Travel. http://www.fitfortravel.nhs.uk/advice/general-travel-health-advice/diabetes.aspx
CDA (Canadian Diabetes Association). Travel Tips for people with Diabetes. http://www.diabetes.ca/diabetes-and-you/healthy-living-resources/general-tips/travel-tips-for-people-with-diabetes