EPIDEMIOLOGÍA
La Encefalitis Primaveroestival es una enfermedad producida por el virus de la encefalitis por garrapatas, del género Flavivirus. La enfermedad recibe también el nombre de Encefalitis centroeuropea y de Encefalitis por garrapatas (TBE, por sus siglas en inglés: Tick Borne Encephalitis).
Se conocen 3 subtipos de este virus, el oriental, el occidental y el siberiano, que se diferencian ligeramente en la estructura de sus proteínas. Algunos autores denominan a la enfermedad producida por el subtipo oriental como encefalitis primaveroestival y a la producida por el subtipo occidental como encefalitis centroeuropea.
Generalmente el curso de esta enfermedad es bifásico, con una primera fase prodrómica de pocos días de duración y similar a un síndrome gripal. Esta fase se sigue de un periodo afebril y en un 10-15 % de los casos aparecerá la segunda fase, un nuevo cuadro febril pero acompañado de cefalea intensa, nauseas, vómitos y síntomas meníngeos que puede evolucionar al coma y a la muerte o dejar secuelas neurológicas permanentes tras la recuperación.
Síntomas TBE (RicHard-59)
El diagnóstico presuntivo es clínico y epidemiológico, y se confirma por técnicas de laboratorio.
El reservorio de la infección son las garrapatas, que actúan como reservorio y como vector. Algunos mamíferos (ciervos, roedores…) e incluso las aves pueden actuar como huéspedes intermediarios o incluso como auténticos reservorios.
La transmisión no es posible de persona a persona. Se produce por medio del vector, la garrapata. Las especies más implicadas son del género Ixodes (fundamentalmente las especies Ixodes ricinos e Ixodes persulcatus).También se ha descrito la transmisión por consumo de derivados lácteos no higienizados de animales infectados.
El riesgo de padecerTBEpara un viajero no vacunado a una zona altamente endémica durante la temporada de transmisión (de abril a noviembre con picos al inicio y final del verano) de se estima en 1 caso por cada 10.000 personas-meses de exposición. La mayoría de las infecciones se deben a picaduras de garrapatas en zonas boscosas durante la realización de actividades tales como acampadas, caminatas, caza, pesca, ciclismo, entrenamiento militar y tareas al aire libre (silvicultura, recogida de setas, bayas o flores…). El riesgo es insignificante para las personas que permanecen en zonas urbanas o deforestadas y que no consumen productos lácteos no pasteurizados.
El periodo de incubación de la enfermedad es de 7 a 28 días, pero es más corto en los casos de infección por vía digestiva (3-4 días) desde la picadura de la garrapata hasta la aparición de los primeros síntomas.
SITUACIÓN MUNDIAL
La encefalitis primaveroestival es una enfermedad de estacionalidad clara, presentándose en los meses de primavera y verano en Europa Central y Oriental, ya que es la época en la que las garrapatas están presentes. Es endémica en el área del Rhin a los Urales, en muchos países como son Austria, Rép.Checa, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, la Federación Rusa, Bielorrusia, Suecia, Finlandia y Alemania, así como en algunos países asiáticos: China, Mongolia y Corea del Sur (y ha sido descrita excepcionalmente en Japón). Es probable que la TBE se produzca también en Albania, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Grecia, Serbia y Montenegro y Moldavia, aunque se tienen pocos datos sobre la incidencia de la enfermedad en estos países.
Se notifican anualmente y a nivel global entre 10.000 y 12.000 casos, aunque se estima que la incidencia es mucho mayor, ya que no es una enfermedad de notificación obligatoria en muchos países. En este sentido se esperan cambios, ya que desde septiembre de 2012 se ha incluido en la lista de enfermedades a declarar en toda la UE.
El riesgo está presente en zonas rurales y boscosas desde el este de Francia la norte de Japón y hasta 1500 metros de altitud, no existiendo generalmente en las ciudades. La Federación Rusa es el país que más casos notifica, junto con los Estados Bálticos y Eslovenia. El oeste de Siberia es la zona de mayor incidencia mundial de esta enfermedad. Otros países han disminuido notablemente la incidencia en los últimos años gracias a campañas masivas de vacunación. Destaca el caso de Austria, país en el existe una declinación progresiva en el nº de casos en los últimos años debido a la implementación de campañas de vacunación en escolares. De este modo ha pasado de unos 400-600 casos al año en la década de los 70 y 80 a menos de 100 casos declarados anualmente en la actualidad.
Algunos autores han encontrado una tendencia creciente en la incidencia de esta enfermedad en las décadas recientes y relacionan este hecho con el calentamiento global del planeta, ya que el tiempo caluroso activa las garrapatas. Está tendencia creciente se registra en casi todos los países afectados a partir de los años 90, pero existe gran variabilidad según regiones, por lo que no es sólo explicable por el fenómeno del calentamiento global ya que existen países como Hungría, Croacia o Eslovenia donde no se ha producido. Otros factores deben estar implicados, como los cambios sociopolíticos en la Europa del Este tras la caída del comunismo, que han dado lugar a un aumento de las personas que crían sus propios animales de granja (lo que aumenta el posible contacto con garrapatas) y el impacto del ser humano en las zonas boscosas. También es posible que haya tenido impacto en la incidencia del aumento y mejoría en la notificación de casos a las autoridades sanitarias.