Los viajes internacionales conllevan, en si mismos, ciertos riesgos sanitarios, que dependerán tanto del viajero como del tipo de viaje a realizar. Los viajeros pueden encontrarse con cambios repentinos y considerables de altitud, humedad, temperatura y exponerse a una gran variedad de riesgos y enfermedades infecciosas.
Un riesgo asociado a los viajes es el posible contacto con animales que, en determinados casos o regiones, pueden representar un peligro real. Aunque los animales tienden a evitar a los humanos, pueden atacar en ocasiones (si perciben amenazas, si están protegiendo a sus crías o territorio, si están heridos o enfermos…), por lo que siempre deben mantenerse ciertas precauciones básicas ante ellos. No hay que olvidar que, aunque los ataques de los animales salvajes son más dramáticos y llamativos, los realmente comunes son los ataques de animales domésticos o semidomésticos. En cuanto a las consecuencias, además del daño directo por el ataque y de la posibilidad de infección secundaria de las heridas, los animales pueden transmitir infecciones, como es el caso de la rabia, o inocular determinadas sustancias o venenos peligrosos, por lo que el consejo principal de prevención es evitar en lo posible el contacto directo con animales durante los viajes.
Como en cualquier otro riesgo general en los viajeros, la prevención se basa en un buen conocimiento del riesgo y de las posibles medidas preventivas. La gran mayoría son fáciles de llevar a cabo y dependerán de la información y motivación del propio viajero.
Mordeduras de animales. Riesgo de Rabia
Las mordeduras de los animales pueden provocar heridas, a veces graves y que pueden sobreinfectarse, y que pueden, así mismo, dar lugar a transmisión de enfermedades, como el tétanos y la rabia. Hay que conocer que la saliva de los animales esta muy contaminada de bacterias en general, por lo que las lameduras en piel no intacta o mucosas también presentan riesgo de transmisión de enfermedades.
Los niños son más susceptibles a este riesgo, tanto por su habitual mayor contacto con animales (juego, falta de miedo…) como porque las heridas suelen ser más graves, dado su menor tamaño corporal.
Los animales no suelen atacar sin que exista provocación, pero los animales enfermos de rabia si pueden ser agresivos y pueden atacar sin motivo alguno. Cualquier animal de sangre caliente puede trasmitir la rabia. Es muy rara la transmisión por animales herbívoros, aunque éstos pueden infectarse también.
La distribución de la rabia en los animales en el mundo es compleja, existiendo muy pocos países libres de rabia al 100%. En la mayoría de los países, incluidos los de mayor desarrollo, presentan aún riesgo de transmisión de rabia por animales salvajes, pero el verdadero riesgo para los viajeros en algunas zonas del mundo es la rabia en los perros que sigue muy presente y constituye el gran problema en la transmisión al ser humano. Esto ocurre fundamentalmente en algunas áreas de África y Asia, y muy localizadamente en América Central y América del Sur. (Ver sección: “Información Epidemiológica Nº 27: Rabia. Información epidemiológica y Situación mundial”)
El riesgo de transmisión de la rabia por mordedura varía según la gravedad de la misma, el animal involucrado, la concentración de virus en la saliva y factores de la persona atacada. El mayor riesgo se da en zonas muy inervadas o cercanas al Sistema Nervioso Central, sobre todo en cara y manos. Existe la transmisión sin mordedura, que se da por contacto de heridas o mucosas con saliva infectada u otros materiales potencialmente infecciosos, pero es una forma rara de transmisión. El riesgo es alto, aún sin mordedura, en casos de exposición a aerosoles (cuevas de murciélagos por ejemplo) o en trasplantes de órganos. No debe olvidarse el especial riesgo de algunos viajeros a zonas remotas donde el acceso post-exposición a medidas de prevención (vacuna e inmunoglobulina) puede ser limitado o no existir.
MEDIDAS PREVENTIVAS
- Evitar el contacto directo con animales domésticos en zonas donde exista rabia urbana. Y siempre evitar el contacto con todos los animales salvajes (incluso cautivos), ya que la rabia salvaje existe prácticamente en todas las regiones del mundo. En general hay que evitar cualquier contacto con estos animales, pero sobre todo con murciélagos, cánidos (zorros, chacales, mangostas, mofetas, mapaches….) y con cualquier tipo de mono.
- Evitar las conductas que puedan provocar alarma, temor o sensación de amenaza en los animales.
- Asegurarse de que los niños no se acerquen, toquen ni provoquen de ninguna otra forma a ningún animal.
- Tratar inmediatamente la mordedura de cualquier animal lavándola al menos con agua y jabón, y posteriormente usar desinfectante. Siempre se debe acudir a un médico para valoración de la necesidad de vacuna antitetánica o antirrábica postexposición.
- Si se prevé un riesgo significativo de exposición a la rabia, se debe pedir consejo médico antes de viajar. Es posible indicarse vacunación previa a la posible exposición.
Los viajeros que deseen viajar acompañados de sus animales de compañía deben ser conscientes de que es necesaria la correcta vacunación contra la rabia de los perros (y, en algunos países, de los gatos) para que se les permita cruzar fronteras internacionales y algunos países tienen otros requisitos adicionales. Antes de llevar un animal al extranjero habrá que informarse sobre los requisitos reglamentariosde los países de destino y de tránsito.
CONSIDERACIONES ESPECIALES PARA ALGUNOS ANIMALES
Monos: Cualquier mordedura de mono puede representar una amenaza de rabia, pero, además, las mordeduras de macacos pueden transmitir el virus del herpes B, una infección excepcional en humanos pero con una mortalidad alta. Los macacos son originarios de Asia y África del Norte, pero también se encuentra en instalaciones de investigación, parques zoológicos e incluso se consideran mascotas en hogares privados en todo el mundo, lo que da lugar a mordeduras ocasionales en sitios urbanos, tales como algunos templos muy visitados por turistas en Nepal o la India. Si un viajero resulta herido por un mono, de cualquier especie, debe consultar a un médico de forma urgente.
Murciélagos: Los murciélagos se encuentran casi en cualquier parte del mundo, a excepción de en las regiones polares y los desiertos extremos. Los murciélagos son reservorios de virus como el de la rabia y de algunas fiebres hemorrágicas virales, que pueden ser transmitidas por los murciélagos a los animales o a las personas. Aunque no se puede saber a simple vista si un murciélago porta el virus de la rabia, se puede sospechar si su comportamiento es inusual (activo de día, dificultades para volar, presencia en zonas no habituales…).
Además de la mordedura, existe riesgo de transmisión de enfermedades en cuevas con alta densidad de estos animales, posiblemente por la respiración en un ambiente cargado de sus deyecciones. Se recomienda no visitar estas cuevas y, en caso de ir a visitarlas por cualquier motivo, habrá que consultar antes en un centro de vacunación internacional, para valorar la posibilidad de vacunación antirrábica preexposición.
Siempre hay que consultar en un centro médico de forma urgente ante la mordedura/arañazo/lamedura… de un murciélago. Normalmente es fácil saber si nos ha herido un murciélago pero algunos tienen dientes muy pequeños y no todas las heridas pueden ser evidentes, por lo que un viajero debe consultar al médico (incluso en ausencia de una herida por mordedura obvia) si se despierta y encuentra un murciélago en la habitación.
Roedores: Los ratones y ratas (roedores) pueden transmitir gran variedad de agentes virales, bacterianos y parasitarios que suponen una amenaza para la salud humana. La proximidad entre hombres y roedores representa un importante riesgo, fundamentalmente en países subdesarrollados, donde el incorrecto almacenamiento de alimentos y las malas prácticas de higiene condicionan una alta incidencia de enfermedades transmitidas desde estos animales al hombre.
Estos animales son los responsables –por si mismos o como intermediarios- de enfermedades graves: fiebres hemorrágicas (por hantavirus, fiebre de Lassa, p.e), de la peste, de la leptospirosis, de enfermedades respiratorias graves (por hantavirus), etc. La exposición puede ocurrir directamente, por una mordedura o un arañazo, o indirectamente, como por la exposición a objetos o a agua contaminados con orina o heces.
Muy rara vez son portadores de rabia y en general una mordedura de roedor no precisa profilaxis antirrábica, salvo que el ataque se haya producido por parte de un roedor agresivo sin provocación alguna y no se pueda examinar al animal después.
Muchas de estas enfermedades están circunscritas a determinadas regiones el mundo y el riesgo es más local que turístico en si. En viajeros el riesgo es muy pequeño, salvo en cooperantes sanitarios en zonas endémicas o viajeros que visitan áreas con alta concentración de roedores infectados. Si un viajero planea estar largas temporadas en lugares endémicos de enfermedades transmitidas por roedores, existen múltiples medidas preventivas de las que deberá informarse (correcto almacenaje de alimentos y eliminación de basuras, limpieza de hierbas y matorrales alrededor de la vivienda, limpieza adecuada de suelos, etc.).
En general hay que evitar los lugares infestados por roedores y no se debe comer o beber nada sospechoso de estar contaminado con heces u orina de roedores. Un ejemplo extremo de turismo a zonas infestadas de estos animales es el templo de Karni Mata, en Deshnoke (India) conocido como el “templo de las ratas”, donde viven libremente unos 20.000 roedores.
Templo de Karni Mata (Autor: Schwiki)
Mordeduras de serpientes, arañas y escorpiones
Los viajeros a zonas tropicales, sub-tropicales y desérticas deben ser conscientes de la posible presencia deserpientes, arañas y escorpiones venenosos, que pueden morder/ picar, generalmente como reflejo de defensa y especialmente de noche.
Las picaduras/ mordeduras de estos animales son más peligrosas en determinados grupos de población, que incluyen: niños menores de 6 años, personas mayores de 60, mujeres embarazadas, personas con enfermedades cardiovasculares y personas con una marcada tendencia a reacciones alérgicas.
1.- Serpientes: Se conocen más de 600 especies venenosas –cerca de un cuarto de todas las especies de serpientes-. Muchas de ellas pueden dar lugar a mordeduras potencialmente letales, aunque generalmente las serpientes venenosas suelen huir del hombre en vez de atacarlo y sólo muerden cuando se sienten atacadas o molestadas. Los venenos que inyectan en la mordedura varían y sus efectos más graves pueden ser neurológicos (venenos neurotóxicos) y/o hemorrágicos (venenos hemotóxicos), pudiendo provocar la muerte en cuestión de horas.
Entre las serpientes venenosas del mundo encontramos los vipéridos (víboras y crótalos: serpientes de cascabel), los elápidos (cobras, las mambas, las serpientes de coral…) y algunas especies de culebras -que no suelen ser venenosas en general- como la culebra del Cabo (Dispholidus typus), distribuida ampliamente en los países subsaharianos del continente africano. La distribución es muy amplia encontrándose, según especie, en diversas regiones tropicales y cálidas en general.
En los océanos Indico y Pacífico existen especies de serpientes marinas (p.e: Hydrophis Belcheri) cuyos venenos son potencialmente muy peligrosos, pero que muy rara vez han sido el origen de muertes humanas.
2.- Escorpiones: La distribución de los escorpiones está fuertemente ligada a las condiciones ambientales de temperatura y humedad. Aunque generalmente se les asocia con la sequedad y las altas temperaturas, e incluso con las condiciones desérticas, hay especies que prefieren sitios con mucha mayor humedad y temperaturas relativamente bajas. Los escorpiones son arácnidos de hábitos nocturnos que durante el día se esconden bajo piedras y troncos de árboles, en agujeros en el suelo, en grietas, hendiduras o leña apilada; algunas especies tienen hábitos domiciliarios y prefieren las habitaciones humanas, anidando en cajones, entre la ropa, detrás del mobiliario, etc.
Aún cuando todas las especies de escorpiones son venenosas, en la mayoría de ellas el veneno es de toxicidad baja para los seres humanos. Es decir, muchas de las picaduras de escorpión no son mortales e incluso pueden ser simplemente muy dolorosas. Al depender la gravedad de la especie de escorpión implicada, la picadura siempre deberá ser valorada de urgencia en un servicio médico.
3.- Arañas: Las picaduras de arañas y según de que tipo sea la misma pueden ser muy dolorosas, si bien rara vez causan la muerte. La víctima generalmente no siente la picadura aunque a veces se observan dos puntos rojos en el lugar de la picadura.
Entre las especies de arañas que suponen el mayor riesgo destacan:
- La viuda negra (especie Latrodectus). Se encuentra ampliamente distribuida, en América, Asia, África y Europa. Son 31 especies, siendo la más conocida la americana (Latrodectus mactans).
- La araña de arena (Sicarius). Se encuentra en el desierto y en sitios arenosos de África.
- La araña australiana de Sydney (Atrax robustus), que con frecuencia se encuentra en sótanos, servicios o piscinas húmedos, especialmente en la zona de Nueva Gales del Sur.
- La ermitaña o violinista marrón norteamericana (Loxosceles reclusa).
- La araña violinista marrón sudamericana (Loxosceles laeta).
- La araña del banano sudamericana o araña errante brasileña (Phoneutria nigriventer). Se distribuye desde América Central hasta el norte de Argentina y Uruguay.
- Las tarántulas, que viven ampliamente distribuida, en América, Asia, África y Europa. A pesar de su apariencia imponente, o incluso enorme y temible, las tarántulas sólo son peligrosas directamente para los humanos en casos de condiciones especialmente desfavorables (como alergias).
En regiones del mundo donde existen estas y otras especies de arañas especialmente peligrosas, cualquier picadura debe ser evaluada en un centro médico.
MEDIDAS PREVENTIVAS
- Informarse bien antes del viaje y a nivel local sobre la posible presencia de serpientes, arañas y escorpiones venenosos en la zona.
- La principal precaución es evitar molestar a estos animales por ningún motivo.
- Evitar andar descalzo o con sandalias abiertas en zonas de riesgo; usar botas o calzado cerrado y pantalones largos.
- Evitar poner las manos o los pies en los lugares donde las serpientes, arañas o escorpiones puedan estar escondidos. No introducir las manos en huecos o grietas; tampoco debajo de piedras o troncos.
- Tener un cuidado especial en el exterior durante la noche. No dormir al descubierto.
- Examinar la ropa y el calzado antes de ponérselos para comprobar si hay serpientes, arañas o escorpiones escondidos.
El envenenamiento por serpientes, arañas o escorpiones venenosos constituye una emergencia médica que requiere atención inmediata. Lo más importante es conseguir urgentemente ayuda especializada, por lo que el afectado debe ser trasladado al centro sanitario más cercano tan rápido como sea posible.
Los primeros auxilios requieren la inmovilización de toda la extremidad afectada con tablillas y vendaje firme, aunque no apretado (sin cortar el flujo sanguíneo. Debe palparse el pulso), para limitar la propagación de la toxina en el cuerpo y la cantidad de tejido local dañado. Sin embargo, no se recomienda el vendaje si hay inflamación local y daño del tejido próximo a la mordedura. En lo posible se debe limitar la movilidad activa del afectado así como tratar de mantener la mordedura por debajo de la altura del corazón, para enlentecer la circulación del veneno. Otros métodos tradicionales y conocidos de primeros auxilios (incisiones y succión, torniquetes y comprensión) pueden ser peligrosos y deben evitarse.
También es importante tratar de identificar a la serpiente, araña o escorpión responsable del ataque, pero siempre guardando las precauciones necesarias para evitar otro ataque, pues la identificación puede ser útil en la elección del tratamiento a seguir.
La decisión de usar antídotos será tomada por personal médico cualificado, y debe ser administrada en un centro médico. No se recomiendan en general los “kits de emergencia” -que llevan generalmente antiséptico, constrictor, bomba manual de succión y bisturí- para mordeduras de serpiente o alacrán. Existen sueros específicos para las picaduras de determinadas especies de escorpiones, serpientes y arañas, aunque disponibles de forma muy limitada.
Animales acuáticos
Los nadadores y submarinistas pueden ser mordidos por ciertos animales acuáticos, incluidos congrios y morenas, pastinacas, arañas, escorpiones, peces piedra, pirañas, focas y tiburones. También pueden tocar animales venenosos (medusas, corales de fuego, anémonas de mar) con nematocistos como forma de defensa. Los nematocistos son células urticantes, que usan para capturar presas y como defensa. Estas células contienen una cápsula con un filamento tóxico (venenoso), que al contacto con una presa, se eyecta e inyecta veneno.
Tampoco son despreciables los ataques de cocodrilos, que habitan en ríos y estuarios de muchos países tropicales, incluido el norte de Australia. En determinados viajes deben tenerse en cuenta, ya que pueden producir graves heridas que a menudo son mortales.
En caso de envenenamiento por animales acuáticos, el tratamiento dependerá de si hay una herida, un pinchazo o una reacción cutánea localizada (por ejemplo, una erupción) y de su gravedad.
El tratamiento inicial de pinchazos de peces con espinas consiste en inmersión en agua caliente, extracción de las espinas, limpieza cuidadosa de la herida y tratamiento con antibiótico (y antídoto en el caso del pez piedra). Si el pinchazo lo ha producido un erizo de mar el tratamiento es básicamente el mismo pero sin la exposición al calor. En caso de erupciones o lesiones lineales, se debe sospechar que se ha tenido contacto con nematocistos (medusas y similares): su tratamiento se basa en el uso del ácido acético al 5%, descontaminación local y corticoesteroides, con un adecuado seguimiento por las posibles secuelas. En aguas indo-pacíficas, existen medusas especialmente peligrosas (p.e: la “avispa de mar”, Chironex flecheri y Chiropsalmus quadrigatus) con las que el contacto puede ser rápidamente mortal.
MEDIDAS PREVENTIVAS
- Obtener asesoramiento local sobre la posible presencia de animales acuáticos peligrosos en la zona.
- Adoptar conductas que eviten incitar el ataque de animales depredadores.
- Usar calzado al andar por la orilla y en el borde del agua.
- Evitar el contacto con medusas en el agua y con las que se encuentren muertas en la playa.
- Evitar andar, vadear o nadar en aguas infestadas de cocodrilos en todas las épocas del año.
- Buscar ayuda médica en caso de una picadura o mordedura por un animal venenoso.
ENLACES DE INTERÉS EN RIESGOS POR ANIMALES
Sanidad Exterior (MSSSI: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad). Viajes Internacionales y salud. Riesgos Medioambientales. Animales e Insectos.
https://www.sanidad.gob.es/areas/sanidadExterior/laSaludTambienViaja/consejosSanitarios/docs/CAPITULO-3.pdf
CDC (Centers for Disease Control and Prevention). Yellow Book. Animal-Associated Hazards.
https://wwwnc.cdc.gov/travel/yellowbook/2024/environmental-hazards-risks/zoonotic-exposures-bites-stings-scratches-and-other-hazards