Cada vez más personas realizan viajes internacionales con fines profesionales, de ocio, de visita familiar o de carácter humanitario. En este contexto de aumento del número global de viajeros, también aumentan los viajeros pertenecientes a colectivos específicos, con características especiales a valorar con el objeto de mejorar las medidas sanitarias de prevención a tomar antes, durante y tras el viaje. Entre estos colectivos se encuentran también las personas que padecen algún tipo de ENFERMEDAD CRÓNICA,que en general no representan una contraindicación para viajar, aunque sí deberán seguir ciertas recomendaciones adicionales y ser siempre conscientes de que los viajes, per se, presentan unas exigencias físicas habitualmente mayores a las de la vida diaria.
Un buen análisis de la enfermedad de base y del potencial de interacción de las medicinas que pueda estar tomando, así como de los riesgos concretos en el destino elegido, pueden mejorar las decisiones sobre medidas sanitarias de prevención ayudando a disminuir los riesgos. En algunos casos complejos en que los viajeros no puedan tolerar las vacunas o profilaxis recomendadas puede llegar a ser recomendable que se cambie el destino, el itinerario o las actividades previstas durante el viaje.
Los viajeros con enfermedades crónicas son un grupo heterogéneo, ya que existen muchas enfermedades y muchos grados de severidad de las mismas. Algunas de las recomendaciones pueden ser generales, sólo en base a su “estatus” de enfermos crónicos, pero otras deberán ser específicas, teniendo en cuenta la enfermedad, la gravedad y el tratamiento de cada viajero individual.
Las recomendaciones generales para viajeros con patologías de base pueden resumirse en:
- Asegurarse que la patología está bien controlada y el tratamiento optimizado antes de viajar.
- Informarse y conocer bien el lugar de destino y si existen factores específicos que puedan desestabilizar al viajero o que sean más graves en los viajeros con determinadas enfermedades de base.
- Consultar siempre en un CENTRO DE VACUNACIÓN INTERNACIONAL con suficiente tiempo de antelación (4-6 semanas).
- Viajar con un Informe Clínico completo y actualizado, en el que conste la/s enfermedad/es y el tratamiento o los posibles equipos de ayuda que puedan precisar. Lo medicamentos deben estar escritos por su composición (nombre genérico y dosis) y no por su nombre comercial. Es conveniente llevar una copia traducida al inglés o al idioma mayoritario del país de destino.
- Asegurase de llevar suficiente medicación para el viaje y para una prolongación imprevista o pérdida de parte del mismo. Se recomienda llevar la medicación en sus envoltorios originales y llevar parte en el equipaje de mano y parte en la/s maleta/s a facturar, para evitar la falta total de medicación en caso de extravío o robo.
- La toma de los medicamentos habituales deben atenerse a horarios estrictamente controlados cuando se viaja a varias horas de diferencia de uso horario.
- Contratar un seguro de asistencia médica en viaje. Si todo viajero debe contar con la garantía de esta asistencia, un viajero con una enfermedad crónica de base debe prestar especial atención a contar con un seguro médico de alta calidad. Para viajar por Europa se puede solicitar en el INSS la Tarjeta Sanitaria Europea y para otros países se puede consultar la existencia de convenios de asistencia sanitaria, aunque son escasos los países con convenio bilateral. En todos los demás casos contar con un Seguro Médico de viaje es fundamental. (Ver apartado de “Asistencia médica en viajes” en esta misma página Web)
CONSEJOS GENERALES, VACUNACIÓN y QUIMIOPROFILAXIS
EN VIAJEROS CON ENFERMEDADES CRÓNICAS
Consejos Generales
En general se deben mantener las recomendaciones preventivas de cualquier viajero pero siendo, si cabe, más estricto en su cumplimiento.
Es fundamental contratar una póliza de seguros médicos que incluya cobertura sanitaria global, emergencias médicas y repatriación. Se debe evitar viajar a zonas adonde los servicios médicos sean malos o inexistentes y viajar bien informados sobre los servicios médicos y su acceso a ellos en el lugar de destino.
AGUA y ALIMENTOS: Siempre se deben seguir las recomendaciones generales sobre la higiene y control de los alimentos y el agua (Ver apartado al respecto). El agua debe tener garantía absoluta de potabilidad y en caso de duda, hasta el agua embotellada debe desinfectarse antes de utilizarla para beber.
Las normas con respecto a los alimentos (“cocinados, pelados u olvidados”) deben seguirse de forma estricta, sin olvidar nunca que las infecciones que pueden producirse por obviar estas normas son potencialmente más graves cuanto más alterada esté la inmunidad del viajero.
En caso de diarrea es muy importante conocer las posibilidades de tratamiento de una diarrea grave y mantener una correcta hidratación pues en el viajero con alguna enfermedad de base la diarrea del viajero puede asociar un mayor riesgo, tanto por la mayor susceptibilidad a la infección como por razones más allá de este factor, variables y dependientes de cada tipo de enfermedad de base o de los fármacos que puedan estarse utilizando de forma habitual. No suelen recomendarse antibióticos de forma rutinaria para la prevención de la diarrea en estos viajeros, pero excepcionalmente pueden ser considerados para un período limitado de tiempo si se considera un riesgo particularmente alto en un viajero muy vulnerable.
Por el contrario, en algunos casos se puede considerar el consejo de llevar en el botiquín de viaje un antibiótico de amplio espectro y estar informados sobre cuándo y cómo tomarlo en casos de diarrea, así como sobre la importancia de la búsqueda de ayuda médica a nivel local si aparecen síntomas de mayor gravedad (fiebre alta, sangre en heces, no respuesta al tratamiento inicial…), si aparece algún signo de deshidratación (sed, disminución del volumen de orina, sequedad de piel y mucosas) y/o dificultad para reemplazar los líquidos por vía oral (más información en la sección “diarrea del viajero”).
MEDIDAS ANTI-MOSQUITOS: Los grupos de viajeros especialmente sensibles, incluidos los viajeros con enfermedades crónicas, deben ser especialmente estrictos en el uso adecuado de medidas de barrera antimosquitos y otros insectos, posibles transmisores de enfermedades de gravedad. Un claro ejemplo de este tipo de enfermedades es la malaria, transmitida por los mosquitos y presente en la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales del mundo, pero existen muchas otras enfermedades transmitidas por insectos. Para prevenir la malaria existe la posibilidad de tomar medicación preventiva pero su eficacia, aunque muy alta, no es del 100% y algunas de las posibles elecciones puede verse impedida por interacciones con fármacos que estén siendo tomados de forma habitual. Estos hechos, sumados a la posibilidad de transmisión de otras enfermedades (como el dengue, la fiebre amarilla, la fiebre de Chikungunya, la fiebre del Nilo Occidental, etc.) hace fundamental el respetar siempre las medidas de control de picaduras. En viajeros con enfermedades crónicas las consecuencias de la malaria y de la mayoría de las enfermedades pueden ser más graves que en viajeros sin problemas previos de salud.
Deben buscarse alojamientos con aire acondicionado y/o con pantallas de protección contra mosquitos en ventanas y puertas. El aire acondicionado es un medio muy efectivo para mantener fuera de la habitación mosquitos.
Entre las distintas medidas, ampliadas en los apartados al respecto, se encuentran:
- – Los Repelentes, compuestos químicos que, aplicados sobre la piel, interfieren los receptores químicos de los insectos e impiden que éstos se fijen en la piel para realizar la picadura. Estos productos sólo actúan cuando el insecto se encuentra a poca distancia de su objetivo, es decir, a poca distancia de la piel. En el caso de los compuestos más utilizados y estudiados, como el DEET y el Icaridin no se recomienda ninguna precaución adicional en el uso de repelentes para los niños de cualquier edad, aunque sí cierta prudencia en menores de 6 meses, pero pueden utilizarse en las mismas concentraciones y frecuencia de uso que en los viajeros en general. Otros principios activos se recomiendan a partir de los 2 años, sobre todo debido a la falta de datos de seguridad.
- – Otras Medidas como 1) las Mosquiteras, que son un medio excelente de protección personal mientras se está durmiendo, 2) las ropas de protección, que cubran la piel y de grosor adecuado y 3) las espirales contra mosquitos, los difusores de insecticidas (requieren electricidad) y los sprays en aerosol (eficaces para conseguir un efecto rápido).
BOTIQUÍN: El botiquín de un viajero con una enfermedad de base tiene consideraciones especiales respecto al de un viajero en general, ya que pueden ser similares al de un viajero sin esta particularidad o precisar fármacos especiales, ya sean los de tratamiento habitual o porque se le indican con motivo del viaje. En ocasiones pueden ser difíciles de conseguir en el extranjero o pueden precisar llevar un informe médico adjunto para justificar su transporte. También es más habitual la prescripción de un antibiótico para el autotratamiento de las diarreas, que en el viajero sano no suele considerarse esencial como parte del botiquín.
Pero, salvo excepciones, deben ser prescritos y manejados bajo supervisión médica, por lo que es conveniente que sea elaborado específicamente con ayuda del médico de familia, del especialista o del médico del centro de vacunación internacional.
Vacunación internacional
En general, se puede decir que las vacunas del viajero están indicadas en viajeros con enfermedades crónicas, incluso de forma más exhaustiva que en viajeros sanos, pues las consecuencias de la enfermedad pueden ser más graves en esta población. En general, se añaden recomendaciones de otras vacunas, además de las habituales del viajero, como son pueden ser la vacunación antigripal o contra el neumococo, si éstas no se han recibido de forma rutinaria.
Alguna de las vacunas más utilizadas en el viajero son vacunas de microorganismos vivos atenuados, como por ejemplo la vacuna contra la Fiebre Amarilla (FA), que no están contraindicadas en general pero tienen connotaciones especiales en los viajeros con enfermedades crónicas que puedan conllevar, per se o por el tratamiento habitual que requieren, una alteración del sistema inmune. (Ver apartado “Viajeros con alteraciones de la inmunidad”)
Prevención de la Malaria
El paludismo o malaria es una enfermedad potencialmente mortal frecuente en muchas regiones tropicales y subtropicales. Está causado por un parásito, el Plasmodium, del que existen cuatro especies diferentes, distribuidas de diferente forma según las regiones, siendo la forma más grave generalmente la producida por la especie P.falciparum, que se manifiesta con síntomas variables, como, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor y debilidad muscular, vómitos, tos, diarrea y dolor abdominal; pueden sobrevenir otros síntomas más graves y que condicionan una enfermedad grave e incluso la muerte.
El parásito del paludismo es transmitido por la hembra del mosquito Anopheles, un mosquito que pica principalmente entre el anochecer y el amanecer.
Las recomendaciones generales en la prevención de la malaria de los viajeros con enfermedades crónicas son, de forma genérica, las mismas que para viajeros sanos. Sin embargo existen connotaciones especiales a valorar:
– Que los fármacos utilizados para la quimioprofilaxis del paludismo pueden interactuar con los medicamentos habituales de mantenimiento del viajero.
– Que la condición médica subyacente puede predisponer al viajero inmunocomprometido a una forma más grave de malaria.
– Que sufrir una malaria (y su tratamiento con determinados fármacos) puede agravar la enfermedad subyacente.
**PARA INFORMACIÓN SOBRE CONSEJOS SANITARIOS EN PATOLOGÍAS ESPECÍFICAS CONSULTAR APARTADOS propios **
*Viajeros con Diabetes Mellitus (En elaboración)
*Viajeros con Enfermedad Cardiovascular (En elaboración)
*Viajeros con Enfermedad Pulmonar (En elaboración)
*Viajeros con Insuficiencia Renal (En elaboración)
*Viajeros con Enfermedades Neurológicas (En elaboración)
*Viajeros con Hepatopatías (En elaboración)
*viajeros con Enfermedades Gastrointestinales (En elaboración)
*Viajeros con Enfermedades Autoinmunes (En elaboración)
*Viajeros con Alteraciones de la Inmunidad
ENLACES DE INTERÉS en VIAJEROS CON ENFERMEDADES CRÓNICAS
CDC (Centers for Disease Control and Prevention). Travelers’ health. Advising Travelers with Special Needs. Travelers with Chronic Illnesses.
http://wwwnc.cdc.gov/travel/yellowbook/2014/chapter-8-advising-travelers-with-specific-needs/travelers-with-chronic-illnesses
CDC /HHS (U.S. Department of Health and Human Services). Vaccines.gov. Who & When: Health Conditions.
http://www.vaccines.gov/who_and_when/health_conditions/index.html